sábado, 21 de julio de 2012

Algun día tenía que volver

¿Qué mejor momento? ¿Qué mejor madrugada que esta? Habiendo pasado una cena linda donde se comparten esos detalles con comida casera y el código de la amistad sobrevuela en el ambiente. Cuando un hermano está a punto de ser padre y uno alcanzó a darle un abrazo. Cuando en unas horas, me pongo el traje de director y tiro planos con un equipo que da envidia verlo de afuera. Me resulta dificil aguantarme el nudo en la garganta pero le hago frente como a tantas otras cosas.
Me emociona la amistad. Me emociona. Me hace pensar en el amor. Ese amor que une a las personas. Que alcanza con solo mirarlos, que sobra con saber que están, que no necesitamos de grandes sobreactuaciones para sentirlos cerca. La amistad es algo que nos supera tanto, que nos hace tan grandes, tan hermoso, tan completos.
Honestamente no se bien de coherencia, ni de sentido interno o estrucutura cuando se habla de decir lo que uno siente adentro. Solo que una copa de vino, una merienda, una cena, una mirada, un abrazo de pasada, un llamado, una espera, un viaje, un rodaje, son cosas que te unen, que te acercan y que te hacen amigo. Algunos siguen hatsa hoy, habiendo pasado todo. Otros recien comienzan. Sin embargo, todos sienten eso que te hace sentirte amigo de alguien. Eso que es tan claro y que nadie puede explicar del todo. Como este puñado de palabras que se amontonan torpemente en un blogcito y que podría ser un retorno o no.. pero acá está.

Abrazo Federal.

1 comentario:

Agus dijo...

Que lindo lo que decis Fede..