lunes, 19 de marzo de 2012

El devenir de los ratos

Definitivamente esto no es normal. No se parece a nada de lo que me haya cruzado. Por otra parte, yo me siento bastante bien. Entre tanta falta de lucidez se me ocurrieron algunas frases sin sentido pero rimbombantes. Traté de impresionarla pero solo conseguí hacerla reir. No era poca cosa. Con el devenir de los ratos, me fui dando cuenta de que valoraba la risa, sobre todo la propia, sobre tantas otras sonrisas. El acto desinteresado de hacerla la reir la seduce y me hace sentir bien.
De alguna manera, que no puedo comprender demasiado, decidimos escaparle a un puñado de promesas a medias que jamás cumpliríamos y nos perdimos...inlcuso de nosostros mismos, por lo menos por un rato.

No hay comentarios: