lunes, 8 de abril de 2013

Imagen desdibujada

Hoy parece importar poco pero la sensación de estar parado en medio de un desierto inmenso, sin nada ni nadie a su alrededor, se me viene a la cabeza como una imagen desdibujada.

Medio a los ponchazos -con más ganas que luces- pienso en "el esfuerzo" y en todo lo que hacemos para -muchas veces- tirarlo de un plumazo por ese instinto autodestructivo que suele traicionarnos en las semifinales del destino.

Uno anda apretando tanto los dientes para no gritar, que no se da cuenta de que todo eso que se guarda para no lastimar lo termina lastimando. Levantando un castillo de cartas españolas creyendo que estamos haciendo algo en serio, ignorando que una brisa lo puede derribar justo antes de que empiece la función

Sin embargo, ahí estamos jugando con ese escritor caprichoso, que anda garabateando parte de nuestra historia. Coqueteando con la idea de entregarnos a su placebo pero también dando pelea y convenciéndonos de que alguna parte de este camino lo decidimos nosotros. Suele importar poco de quien es la próxima jugada cuando la pelota -siempre- queda de tu lado.

Tantas veces jugué a esto que me olvidé como volver sobre mis pasos para salir -de una puta vez- de esta cancha. Buscamos excusas, nos disfrazamos de otro para parecer más inteligentes, más piolas, más ocurrentes, más elegibles y terminamos perdiendo "eso" que nos llevó hasta ahí.

Somos esos que tropezamos más de una vez con la misma baldosa y puteamos en voz baja para molestar. También somos los que no nos conformamos y damos batalla hasta quedarnos sin aliento, los que perdimos tanto que nos cuesta escuchar consejos ajenos pero que olemos las intensiones y le damos lugar a la crítica aunque - a veces- nos cueste ver, a ese pedacito nuestro, tan expuesto y tan juzgado por terceros.

¿Somos los que nos animamos a andar de pie ante la adversidad? ¿Descubriremos cuándo irnos al mazo? ¿Nos convertiremos en esos que aprendieron a esquivar las balas después haber estado tan heridos?

En fin, hoy parece importar poco pero la imagen vuelve. Estar ahí,en ese desierto de ideas, solo, sin un árbol que te de sombra ni una palabra adulta que te abrace cuando no sepas bien que hacer, resuena por el ambiente silencioso de las madrugadas de mi pasado y asoma con más maña que fuerza.

No hay comentarios: