viernes, 14 de diciembre de 2012

Volveré

Primero, pienso en lo ridículo de salir de la cama a las 4 de la mañana, vestirse, lavar, pelar, cortar papas y freírlas. En el medio, poner una ollita con agua y decidir que la otra mitad de lo que corte se convierta en puré. Hago un puré rico.

Volví. Volvieron mis madrugadas pronunciadas, el vaso con algo (que suele variar) adentro, quizás un poquito de humo pero fundamentalmente, nada de sueño. Pienso por qué. No tengo respuesta. Vuelvo a concentrarme en lo ridículo de levantarme para hacer papas fritas + puré y doy con la idea de arrimarse nuevamente al camino de lo incierto, lo desconocido, lo emocionante de estar emocionalmente solo. Automáticamente, se me cruza la historia de una amiga que tuvo sexo con su músico favorito. Lo interesante es que ella no hizo nada decadente para estar con él. La admiro aunque sé que los músicos son de sí pero de iniciativa esquiva y éste fue quien inicio todo. Punto para ella.

Sin mucha pena ni gloria, se me ocurre que una buena manera de terminar un posteo para nada genial- sin hilo conductor ni grandes frases- sería escribir algo inteligente y ocurrente. Eso no va a suceder pero a cambio dejo una idea suelta: “aquel que sabe lo que quiere, no lucha contra las circunstancias del hecho, sino contra su propia ansiedad de concretarlo”.

Abrazo Federal

2 comentarios:

una sardina dijo...

JA! Puré a las 4 de la mañana. Vos sí que sos raro... ;)

ANTIHéROE dijo...

Sardina:

Ud sí que sabe de cosas raras.