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No puedo competir con tu príncipe azul pero puedo ser lo suficientemente discreto para entrar y salir de tu alcoba sin que él lo note.

Es extraño pero no busco ser el príncipe de nadie, esa ropa almidonada no me entra, mi panza de cerveza no se ajusta a la moda, parece que no estoy a la altura pero al mismo tiempo sé que te puedo hacer bien y sé que no puedo competir contra ese ser perfecto que te opaca todos los días, que te impide mostrar tus bellezas perfectibles y tus dudas. De a poco fuiste cambiando tu sonrisa por ese gesto de asombro que ya se empieza a ver forzado en las fotografías.

Y bueno.. acá estoy, a un costado del camino, "fumando el humo mientras todo pasa", con un vaso de fernet a mi lado, buscando ser yo el protagonista de mis aventuras y no ella. Haciendo avanzar la historia. Haciendo fuerza pero sin forzar.

Tomo conciencia, un poco de aire y vuelvo a mi asunto.